No sólo debemos velar por llevarlas limpias, pulidas, bonitas y decoradas; a veces, observarse las uñas puede revelarnos un problema de salud latente. Te mostramos algunos síntomas de diversas enfermedades que se revelan a través del estado de nuestras uñas. Con ello no pretendemos aseverar que sea un diagnóstico del todo fiable, pero sí que conviene que acudas al médico si la anomalía de tus uñas persiste.
- Un color amarillento en las uñas (bastante después de lucir manicura o de haber empleado un producto de baja calidad), puede ser un signo de diabetes.
- Uñas quebradizas, muy débiles, que se rompen con facilidad o en las que se separa el lecho ungueal de la lámina ungueal, pueden revelar problemas de tiroides. Hay que tener en cuenta que, en ocasiones, esa fragilidad de las uñas puede ser debida a una deficiencia de selenio, y en este caso estaríamos hablando de síntomas de artritis.
- Uñas de color azulado pueden indicar problemas pulmonares, tales como asma, bronquitis crónica o neumonía.
- Si aparecen bajo la uña delgadas líneas de sangre, es posible que se sufra de problemas cardiovasculares, al igual que si las uñas tienen forma de cuchara.
- Uñas pálidas o que cambian de forma, pueden ser síntoma de anemia o de deficiencias nutricionales.
- Uñas con lúnula roja pueden indicar los primeros pasos del reuma.
Por supuesto, el estado o aspecto de las uñas no basta para diagnosticar ninguna enfermedad. La genética, el estrés o los cambios hormonales, también pueden producir anomalías en las uñas que carezcan de importancia. Sin embargo, tal como decíamos al comenzar, no está de más que si observas cambios en tus uñas te hagas unos controles médicos. Prevenir es curar.
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