Si no estás ya de vacaciones, poco te falta para tomarlas… ¿no es verdad? Llega la ansiada época de descansar, disfrutar, tomar el sol, viajar o simplemente no hacer nada. Una auténtica bendición para nuestros cuerpos maltrechos y nuestras mentes estresadas por el trabajo y las obligaciones cotidianas. Y ya que estamos en periodo veraniego, ¿qué tal si le das también unas merecidas vacaciones a tu piel?
Para ello, no seas egoísta este verano y piensa un poco en ella. Así, no abuses ni de la exposición al sol ni de los baños de mar y piscina: la sal y el cloro la irritan y la resecan, y en cuanto al astro rey, ya sabes que quema y produce manchas. Lo ideal es que te acostumbres a hidratarla de forma tópica y, ya de paso, que tengas en cuenta una serie de cuidados que harán que tu piel también descanse y recargue pilas para afrontar el año como debe.
¿Estás convencida? ¿Va a ser solidaria con tu piel estas vacaciones? Pues vamos allá con unos pocos consejos:
- Bebe agua en abundancia y con regularidad. La hidratación es la regla de oro para tu piel.
- En tus comidas que no falten ni vegetales verdes ni pescados, y por descontado haz lo posible por devorar frutas: uvas, moras, fresas, melón…
- No te excedas ni con el azúcar ni con la sal: ambas sustancias están relacionadas con la retención de líquidos.
- Tampoco abuses de las frutas ácidas, ya que aceleran la pigmentación de la piel.
- Sombrero, gafas y bloqueador solar: trío imprescindible en tu bolsa de mano.
Disfruta de tus vacaciones y, no lo olvides, dale también un descanso a tu piel; se lo merece tanto como tú.