Vuelve la mujer poderosa, arrolladora, con personalidad, temperamento, genio y estilo. Y por eso vuelven también las cejas espesas, tupidas, naturales, gruesas, que en los 80 popularizaron Madonna y Brooke Shields.
Las cejas son un elemento diferenciador de nuestro rostro porque le proporcionan expresión y carácter. Es por ello que desde siempre la estética las ha tenido muy en cuenta, depilándolas, tiñéndolas o perfilándolas con el fin de realzar la mirada, equilibrar las facciones, dar simetría al rostro o incluso endurecerlo o suavizarlo. En los años 40 y después también en los 70 estuvieron de moda la cejas ultrafinas, que transmitían una imagen de la mujer sofisticada e independiente; ahora, la tendencia está en las cejas rotundas, más oscuras que el color del pelo y, si es posible, enmarcando unos ojos felinos. Cara Delevingne es el icono más conocido de esta nueva imagen.
Realmente, las estilistas señalan que unas cejas pobladas nos hacen más jóvenes, dan al rostro más naturalidad que unas cejas perfiladas. Mientras menos nos las depilemos y mantengamos su grosor y forma originales, más juveniles nos veremos. No obstante, no te dejes llevar por las modas sin ton ni son: tu cara, tu pelo y tu estructura ósea determinarán qué tipo de ceja te conviene más, y eso no puedes obviarlo. Tal vez no siempre valdrá dejártelas a lo salvaje y es posible que necesiten un leve retoque para sacarles todo el partido. Una profesional te sacará de dudas en este tema. Eso sí, recuerda que en esta nueva tendencia sí hay una regla fija; las cejas nunca deben ser más claras que el tono del pelo. Está comprobado que el contraste de cejas más oscuras proporciona carácter a tu rostro.
Así que aléjate de las pinzas y dale a tus cejas un tiempo para que crezcan. Es una manera fácil de conseguir ese look sexy y natural que arrasa en todas las pasarelas.
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