Millones de personas nos preocupamos por cuidarnos la piel con cosmética, ya sea de marcas blancas, marcas comerciales o profesionales.
Pero… ¿Qué es un cosmético? Según Wikipedia: «Sustancia destinada a ser aplicada al cuerpo humano para limpiar, embellecer o alterar la apariencia sin afectar la estructura del cuerpo o funciones».
Exacto!! Pero, algo importante que destacaríamos es, que es clave que incorpore sustancias activas que como su propio nombre define «activa» provoca o aporta a la piel las carencias que tenga.
Un cosmético se compone (resumiendo):
Excipiente + Principios Activos + Aditivos
El excipiente podríamos definirlo de forma sencilla como el medio de transporte de las sustancias activas y los aditivos como la parte fundamental que hace que el cosmético se conserve.
Bien, sin sustancias activas el cosmético no tiene ninguna finalidad y menos eficacia, es decir, estaríamos aplicando una textura por ejemplo cremosa a la piel que por sus componentes tiene forma de «crema» pero realmente no tiene ningún efecto, literalmente se está engañando a la piel.
Pues esto, es lo que ocurre con muchísimas «marcas» de cosmética. Venden cosméticos que provocan una sensación en la piel que nos hace creer que nos cuida y no es así.
Sustancias activas existen millones y de distintos orígenes, dependiendo de cómo se traten estas sustancias sus propiedades podrán conservarse o pueden verse modificadas.
Un cosmético rico en sustancias activas, ayuda a mantener la piel confortable y sobre todo frena el envejecimiento, ya que como hemos mencionado anteriormente si aportamos las carencias que la piel sufre podremos ir equilibrándola.
Por nuestra experiencia, apostamos por las firmas de cosmética con laboratorios propios, que facilitan información, confianza e investigan.
Firmas de cosmética con orígenes desconocidos, podrán oler de maravilla tener una presentación divina y una textura aceptable, pero carece de ALMA.
No os dejéis llevar por las modas y cuida tu piel con responsabilidad.
Fdo. Sara Aedillo